Jamás he pensado que ya todo se ha vivido... Jamás he sentido que en mi vida no hay nada nuevo, ,,, jamás... Y en éste mes, pude comprobar que no estoy errado... que la vida es un regalo maravilloso y que sin duda, aun hay cosas que me pueden perturbar. Conocí a un joven, muy joven hace muy poco, pero pareciera que nuestras almas ya se habían visto antes. Sentí una empatía inmediata cuando cruzo la puerta de mi casa... a pesar de su distancia... Sus ojos, sus manos, la apabullante belleza de sus años, me perturbaron. Afortunadamente hemos compartido nuestras ideas, nuestra manera de ver la vida. Hay algo en él que me recuerda a mi mismo a su edad... por supuesto, muchísimo menos dañado que yo a su edad... Sin duda, ha sabido crecer, ha sabido enfrentarse a él mismo, ha sabido enfrentar la honestidad, y eso... eso es algo que valoro muchísimo. Su manera de ver las cosas, demuestran una ávides por saber, por sentir, por vivir... vivir... eso es lo que más me seduce de él... las ganas que tiene de vivir, sintiendo, amando, y creciendo. Me gusta pensar que es un alma vieja, podemos charlar, cambiar impresiones, reflejarnos como en un espejo en el otro... mirar nuestros ojos y reconocer que incluso hay rasgos que nos son semejantes... Asusta... de las charlas hemos pasado a los besos, a la imperante necesidad de estar cerca y de tocarnos... de sentir la cálidas de nuestras pieles... del el aroma ¡Dios! su aroma me perturba.e
En cada uno de los encuentros que hemos tenido... basta con sentir su vaho entrar en mis pulmones, para que me pierda en sus manos. Me mira a los ojos, me besa, me jala hacía si.,.. y me conmueve. él tiene la peculiaridad de provocar cosas que de verdad sólo he compartido con muy pocos hombres en la vida. Un instinto animal se me sube a la cabeza... y quiero succionarlo, morderlo, lamerlo, voltearlo y vulnerar su virilidad con mi lengua en su culo... ese culo que despide un aroma que me paraliza los sentidos, que puedo estar por largo rato mamando y metiendo mi lengua en él dentro de él, mientras sólo escucho sus jadeos y su ano jalando mi lengua. ¡Uff! me enloquece... Una de las veces que hemos estado juntos... usé un dildo. -No voltees- le dije, Y él muy obediente se quedó así.. quieto, confiando en mi. Si lo hubiese visto, no se habría dejado invadir de la manera en que lo hice... Entro de a poco, muy de a poco... despacio, hasta que entró todo y con fuerza, bombeando su placer,. su infinito placer. No pensé que me dejara jugar de esa manera... Después, mientras mamaba su verga como si la odiara, -te quiero coger- me dijo. Y sin mucho pensarlo, me bajé los pantalones para dejarlo entrar, por primera vez en mi... Con fuerza, con venganza, haciendome sentir invadido,
aceptado en él.
Otra vez... después de tanto jadear casi al mismo tiempo, de sentir borbotones de semen en mi garganta y otras en mi culo... Me abracé a él con tal fuerza que sentía latir su corazón... Emboné de tal manera... que por cursi que se lea, de verdad me sentí pertenecido. Y eso... muy pocas veces en mi vida lo he sentido.
Hay tantos besos, tantos... Tantas emociones, tantas, y tantos anhelos y disposición que sólo puedo pensar que es una suerte haber conocido a alguien con la suficiente inteligencia para asimilar, sin sentirse amenazado, todo esto. Si hay "otras vidas" me gusta pensar que ya compartimos en alguna y que sencillamente, ahora en este tiempo... nos reconocemos. Y aun que sólo sean unas horas... podemos dar rienda suelta a nuestro instinto, al mio, a mi instinto primario de aferrarme al menos, por un momento a otro cuerpo, al suyo.
Quiero pintarlo, quiero meterlo en mi mundo de fantasía y seguridad, quiero verlo y contemplarlo en mis cuadros... quiero acariciar sus formas con mi pincel, tocarlo con el húmedo pincel lleno de color. Quiero verlo en mis paredes, rodeando mi cama, dándome seguridad, dándome el placer de su belleza. Su belleza que sé que él no alcanza a ver por el momento... y no por que sea tonto, pero a mi edad, la belleza salta así de repente, explota frente a mi y soy un privilegiado en contemplarla y de vez en vez en poseerla. Por eso tengo ésta urgencia de meterlo en mis libretas... en mis apuntes, en mis diarios, en todos mis diarios, no quiero perder detalle de lo que me dice, de cómo lo dice... de lo que piensa, quiero dejar constancia de su paso en mi. Maravillarme de mi capacidad de percepción y del amor que le puedo dar. Esa palabra a él le asusta, le significa, posesión... Amor para mi es la libertad de mirarlo y asisrlo por alguno de sus dedos... besarlo, largo y pausadamente, para embriagarme de su vaho que tanto me perturba.
Quiero vivir esto, así...
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