ANÓNIMO

El placer es anónimo eso me queda muy claro... y en estos días que ando con el perdón en mi cabeza y sin intenciones de pelear con nadie. Me siento tan vulnerable y expuesto que sin darme cuenta la gente se acerca a mi. Algo me hizo mi bruja, pues la energía que proyecto se torna muy erótica y ayer, saliendo del metro cuando iba por material para pintar, basto la mirada de un hombre bajo de estatura, mirada que me perturbo y saco de mis pensamientos... Fui a su departamento a dos calles de ahí. Un hombre amable de mediana edad, que al entrar me jalo a su habitación, se desnudo a lo cual le seguí el paso,... y ya desnudos, comenzó el juego sexual. Es es consciente de lo que tiene entre las piernas, una verga recta hacia arriba, de ancha muy ancha a delgada, venuda, dura como fierro y muy dispuesta a complacerme... esa era la palabra COMPLACERME, pues en mis pensamientos por ahora solo esta obtener satisfacción sin importarme el otro. Seré cínico, pero por ahora es lo único que me importa, tener un macho vergón dispuesto a darme placer hasta que yo me canse. Y este viernes obtuve mucho placer de un desconocido que se concreto a dar,e por largo rato el mayor placer que puedo tener en el sexo, sentirme inundado de una verga dura y fuerte dominando mi cuerpo, que a cada jalón de poppers y cada embestida de él, mi cuerpo se arqueaba sintiendo un placer enorme. Transcurrió la tarde y llego la noche y seguíamos cogiendo como locos. Tuve varios orgasmos mientras el bombeaba entusiasmado. Cada vez que veía que me venía se calentaba más. Finalmente se vino, grito y golpeaba mis nalgas mientras lo hacia.

Termino sudando, cansado y muy satisfecho. Le bese la espalda, desnudo le pedí que me diera agua... esos poppers siempre me provocan dolor de cabeza y con el agua lo contrarresto. Mire su espacio, lleno de fotos denudo de él mismo... sabe lo que tiene entre las piernas. Es consciente... y es su orgullo, y en eso esta su perdición.

Me vestí y gustoso le dí mi cel que me pidió, -llámame- le dije -cuando gustes- ... me vestí, me puse mi fular, tomé mi mochila y me despedí. Que bien la pase, que bien me hizo sentir... Necesitaba eso, un buen revolcón, asi... sin broncas.

Regresé a mis pensamientos, a mis razones, a mi perdón...a aceptar el proceso de la vida a respetarlo y aceptarlo con amor, como dice mi dibujo.