Entre mi ciudad y Moscú...

Mi amigo el árabe, Righ, es un amante excelente... perverso,... con las ideas mas descabelladas y llenas de morbo. Este fin de semana me invito a salir... a un hotel, Jamas había entrado a uno, no al menos para coger y fue súper excitante y divertido. De lo mas divertido que me dijo fue mientras me comía el culo dijo, que olía a testosterona y es que me tenia empinado con las nalgas al aire a la altura de su cabeza sosteniendo mis piernas con sus brazos, como si de un pastel se tratara. Es un toro este macho de 190 cm. Escurre su sudor como si fuera un grifo de agua sobre mi espalda y me calienta Después de tanto placer que me da literalmente por horas una y otra vez... me besa los labios y me dice, -Macho vamos a cenar-... Y se convierte en el gentil hombre que es... se enfunda en sus jeans ajustados y con su chamarra y botas vaqueras nos vamos a cenar. Come como león... pide tres platillos, yo apenas uno. Al pagar... no me deja hacerlo. ¡Ups! hacia mucho, mucho que nadie me pagaba una cena. Me resisto pero insiste, -es mi placer- dice. Seguro pasará una semana más para vernos... lo esperare ansioso. Adonis sigue en Moscú y me llama cada dos días a casa... le encanta rememorar lo que hicimos en el hotel de Guanajuato, y me advierte de todo lo que hará ahora que venga la navidad... -Me iré fuera de la ciudad- le dije. -Iré a verte a donde estés-. ¿será?...