Siempre me han parecido muy atractivos los hombres más altos que yo, en mi ciudad es poco probable encontrar gente qué sea más grande fisicamente... Juan es un hombre altísimo para mis estánaderes: mide 190 cm, y debe pesar al menos 100 kilos. Eso fue una razón suficiente para sentirme muy atraido fisicamente por él. Una razón, que me sedujo y por que como él dice es; Grande de todo. Así que complí mi nececidad de sentirme cubierto, y envuelto con su verga dentro en ésta necesidad infantil de seguridad que me proporciona estar con un hombre así.
Pero el sexo con los años se ha convertido en algo predecible y a veces hasta monótono, y deja de tener interes, una vez que obtengo lo que quiero de mis amantes. Siempre he sabido sacar de ellos el mejor provecho sexual posible, como si fuese un vampiro que lo único qué intenta es aspirar su energía y acumularla entre mis muslos, para llenarme del placer y bien estar que me proporciona al sentirlos.
Pero Juan ha sido un hombre que escondido en su tamaño tiene un niño más necesitado que yo... lo escucho y lo miro a los ojos, y puedo ver dentro de si, cuanta necesidad afectiva tiene, cuanta necesidad de aceptación y cuanta necesidad de un amigo que no vea en él, sólo una maquina folladora y que lo logré cubrir de alguna forma como la necesidad que siento yo. Es más joven que yo, y es quizás esa la razón por la que puedo percibirlo. Se ha convertido en un buen amigo y sobre todo, me busca siempre para hablar de lo que le pasa, de lo que siente y de lo que necesita. Y yo, que por alguna razón le sirvo a la gente para escuchar, asumo el rol que sin quererlo me ha tocado con él... Sin duda he disfrutado enormemente de su compañía. de su fuerza, y del placer que me ha dado, pero sé y soy muy conciente que detrás de todo eso, él necesita una protección que yo, quizás por mi edad (soy 10 años más grande que él) o por mi personalidad, le puedo dar.
A estás alturas de mi vida, es mucho más divertido y satisfactorio comunicarme así con las personas, me da mucho gusto poder conocer más a mis amantes, mucho más que saber como jadean, conocer lo que piensan y lo que en verdad traen debajo de esa capa de machos dominantes con las que se presentan conmigo. Juan es un buen hombre, es un gigante, y es un buen amigo, que de vez en vez... tengo el placer de sentir su energia y sentirlo dentro de mi.